Muchas vidas y muchos sueños

Párrafo 4º 2Pª

-,se dice, eran humanos en una encarnación previa en la Tierra y son ideales para la instrucción del hombre, los animales y los vegetales respecto a sus funciones vitales, propagación y nutrición. Están dispuestos a ayudar a cualquier persona en todo momento, puesto que habitan en el mundo del pensamiento, se trasladan de un lugar a otro con mucha rapidez.Hay personas que dicen; cosa que no creo; que de su corazón salen dos rayos de luz que traspasan su espalda; por lo generalmente se cree que cuentan con alas. Un estudioso en seres angelicales, dice que los Ángeles son seres de luz que evolucionan mediante el servicio que prestan. Esta, dicen, que es la razón principal por la que se apresuran a ayudarnos.

Sabemos bien que los niños cuentan con un Ángel de la Guarda y que éste permanece en contacto con Dios. Por lo tanto, se reafirma la idea de que los seres más desprotegidos, principalmente los niños, y todos aquellos que sufren por las acciones de terceros y por último los que por ingenuidad o ausencia de malicia son desplazados y marginados por la sociedad, son quienes tienen la presencia de un Ángel protector.

Lutgardo: Primeramente debemos recuperar la unión con nuestro espíritu protector, la cual se rompió por el mismo ritmo de la vida que llevamos. Para que el espíritu protector nos cuide, debemos escucharnos a nosotros, qué es lo que necesitamos de verdad, de qué manera nos gustaría ser, qué queremos hacer, en una palabra, autoanalizamos para recuperar y permitir la entrada de la espiritualidad en nuestro ser.Para lograrlo podemos:

1.Observar a los niños, ver como encaran la vida y cómo están dispuestos a todo, ingenuos, sin prejuicios y con ganas de aprender.

2.Llegando a casa y antes de entrar, dejar los problemas y las preocupaciones fuera. Como quien se quita los zapatos, o deja la ropa en el perchero de la entrada.

3.Queriéndonos a nosotros mismos, comprendiéndono y  perdonándolo nuestros errores. Y no dejar, que la soberbia o el orgullo ciegue el espíritu, y no permitir que la codicia ni la ambición desmedida nos atrapen en sus redes.

Me he preguntado muchas veces:¿Cómo es la protección del Ángel de la Guarda?.-

David: Dicen los sabios, los estudiosos del tema; que ésta suele ser individual, que actúa sobre la persona que tiene a su cuidado, aunque hay ocasiones en las que los Ángeles ejercen esa protección sobre una familia completa o incluso una comunidad. No importa si podemos percibir o no la acción de un Ángel; lo importante es gozar de la paz del espíritu, ya qué ésta es necesaria para atraer la ayuda de un Ángel.

Se sabe que para que un Ángel actué, tienen que presentarse poderosas razones; desgraciadamente no podemos determinar en qué instante, o bajo que circunstancias acudirá en nuestra ayuda el espíritu protector, ya que no basta con que uno pida la intervención de un Ángel para que ésta se produzca de inmediato y nos resuelva el problema, sino que debemos tener confianza en que ellos sabe en qué momento deberán aparecer ahí para ayudarnos y lo harán justo cuando los necesitamos. Es difícil, un tema muy autentico, pero con demasiados velos. ¿Quiénes son los Ángeles? Lutgardo, sabe, algo que yo deba saber.

Lutgardo: Amigo mío; los Ángeles son espíritus puros creados por Dios; para formar su corte celestial y ser ejecutores de sus órdenes. Dicen, que una parte de ellos prevaleció, revelándose a Dios, convirtiéndose en demonios. Dios confió a los Ángeles buenos la custodia de la Iglesia, de las naciones, de las ciudades y de las personas. También todas las personas tenemos un Ángel custodio desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. Cada uno de nosotros tiene a su lado un Ángel como protector y pastor para conducirlo en la vida.

debemos venerar a todos los Ángeles como a nuestros hermanos mayores y futuros compañeros del cielo: imitando su obediencia, pureza y amor a Dios. Particularmente debemos ser devotos del Ángel custodio, que el aquel al que Dios nos ha confiado a su cuidado. A ellos tenemos que respetarlos por su presencia, amor y gratitud, por su benevolencia, confianza y cuidado sabio, potente, paciente y amoroso que tienen hacia nosotros. David, son innumerables los pasajes de la Sagrada Escritura, donde se nombran a los Ángeles. Voy a relatar solo tres textos donde se evidencia la existencia de estas criaturas dotadas de poderes superiores al del hombre, que intervienen por orden de Dios, concretamente y en ocasiones visibles, en acontecimientos humanos.

En los Hechos de Los Apóstoles, el sumo sacerdote y toda su gente que eran el partido de los saduceos, decidieron actuar en la forma más enérgica. Apresaron a los apóstoles, los metieron en la cárcel durante la noche y les saco fuera diciéndoles:¡Vayan, hablen en Templo y anuncien al pueblo el mensaje de vida!.Llegando el día que Herodes iba a hacerlo comparecer, aquella misma noche Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas, y otros guardias custodiaban la puerta de la cárcel. De repente la celda se llenó de luz: estaba el Ángel del Señor, el Ángel se acercó a Pedro en el costado y lo despertó diciéndole:¡Levántate en seguida!, y se le cayeron las cadenas de las manos. El Libro del Éxodo dice así: Ya estoy enviando a mi Ángel delante de ti para que te proteja en el viaje, hasta introducirte en el lugar que te he preparado. Anda derecho en su presencia y hazle caso, no seas rebelde. Sabe que no perdonara tus faltas, pues en él está mi nombre; si lo escuchas y haces todo  lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios. Delante de los Ángeles canto para Ti, Dios mío. En tú Templo te adoro y te doy gracias.

Hay amigo, una Oración a Dios por los Ángeles que quiero que conozcas, y es esta: ¡Oh Dios! Que en tú misteriosa providencia, nos manda del cielo los Ángeles para que nos cuiden y nos protejan, haz que en el camino de la vida, nos servimos siempre de su ayuda, para estar unidos a ellos en el gozo eterno del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que es Dios y vive y reina contigo en la unidad del espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

David: Gracias Lutgardo, no se si habrá o no Ángeles a nuestro lado, como dicen los textos, pero, a mi me reconforta, y me siento protegido,mi madre nos hacia rezar estas Oraciones antes de ir a dormir:¡Ángel de mi guarda dulce compañía, no me dejes solo, ni de noche ni de día, que yo sin ti me perdería. Y también, esta otra: Santos Arcángeles de Dios, quiten de nuestros corazones toda envidia y hagan que el Decreto Divino llegue a ser para nosotros…¡Alabanza eterna y Regocijo en Dios! Amén.

Margarita: Hola, ¿aún estáis  de cháchara angelical?. Van a terminar los dos más chalado que Mariquita Luna, la pobre, creo que esta perdiendo la chaveta;»mira» que decir: que ve a los mismos Ángeles de Dios. Totalmente ida, un poco loca,¡que digo un poco! ¡loca! loca de remate, que mujer, esta que desvaría. Mira hablado de Roma, por la puerta asoma. Hola, que tal Mariquita, ¿nos vas a contar tus historias?, ¡ah! ¿son cuentos no?. Nos lo contara, ¿verdad, que si?.

Mariquita Luna: Hola, buenas tardes a todos. Cuanto tiempo sin verlo Lutgardo, está usted más gordito, que la última vez, que le vi. ¿Cómo está usted, Lutgardo?, hola, maestro. ¿Qué me decía usted doña Margarita?. Que yo le cuente mis visiones y mis sueños; pues mire usted, hoy no me apetece mucho, y, además, que sé que se cachondee conmigo, y con mis cosas, y como además me he enterado que se quiere hacer de una novela, pues, que, no pienso ser ningún capítulo, no, ni siquiera quiero tener un párrafo de cuatro líneas en su obra, no me gustan las mentiras compulsivas, y sobre todo, que me describa como si yo fuera un enfermo imaginario, y, no digamos de las tentaciones dinerarias, con lo que gusta al personal los negocios y las rentas vitalicias. ¡Hay!, que me duele la garganta, será, ¿cosa de la tiroides?, ¡hay!, que dolor.

Margarita: No si ya decía yo; un mentiroso, nunca repite la misma historia, a no ser que se la aprenda de memoria. Y Para, memoria la mía, voy a recitar una poesía a los ¡Ángeles de Dios!: Si tú sientes cerca un barullo y no sabes que es, es un Ángel llegando aunque no lo ves, para acercar nuestras oraciones a Dios… Sin más, abre el corazón y comienza a cantar, que no hay gozo más grande que el amor celestial, y los Ángeles ya vienen a celebrar… Si, vuelan los Ángeles en el hogar, en medio de todos y sobre el altar, trayendo las manos llenas de bendiciones…No sé, si el cielo bajó,qué fue lo que pasó, sólo sé que está lleno de Ángeles si, y que el mismo Dios está aquí… Si, los Ángeles vuelan, la Iglesia se alegra, todos cantan y lloran, las almas se elevan, se asusta el infierno, se aleja el mal… Siente el ruido de las alas los Ángeles vuelan… Siente el ruido de las tocan la puerta, confía hermano que ha llegado la hora, la hora de Dios y te quiere encontrar a ti ¡Mariquita Luna!.

Mariquita Luna: ¡Esto, si que es una mentira!. Los Ángeles, no hacen ni el más mínimo ruido, no se oye, nada de nada, menos que  el aleteo de un mosquito, lo oyes, nada. Y, yo, no los escuche hablar. Hablan telepáticamente, muchas reverencias y muchos gestos de manos, y yo entendía los movimientos de los labios, eso sí hablaban entre ellos y el jefe de la tropa estaba muy claro que era San Miguel Arcángel. ¡Que brillos azulados, les sale por todos lados!. ¡Que simpáticos!. ¡Y, que guapos!. Son bellísimos.

Lutgardo: Hija, Mariquita, menos mal que te duele la garganta, vaya manera de hablar, tienes una imaginación prodigiosa, querida amiga.

Mariquita Luna: ¡Quien yo!, ya me está poniendo de mentirosa, lo ves, por eso no cuento lo que me ocurrió en la ciudad de Córdoba. Fué en un viaje que hice con un grupo de compañeros del PSOE a una charla coloquio por el día de la mujer trabajadora. Nunca olvidare ese día. Carmen Romero asistió al acto, muchos compañeros de la época. Lutgardo, escúchame hombre, no se vaya como el maestro; ya comprendo, que David no me crea, pero, esto es tan cierto, como que hay cielo y estrellas en el firmamento. Ese día, salimos al amanecer, llegamos a Córdoba sobre las diez de la mañana. Era un día precioso, de primeros de marzo, sobre el siete o el ocho. Flotaba en el aire un agradable perfume de azahar, todo parece que flotaba a mi alrededor. Nunca me había sentido mejor, en toda mi vida, había algo que sabía a dulce melodía, un día de sol radiante. De bellos tonos azulados se vestían los cielos, tenues nuececillas blancas, como si hubiera unas estelas blancas diseminadas de color blanco radiante.

Nada más llegar, fuimos todo el grupo hacia la Mezquita, y, todas, acompañadas del secretario general de la agrupación de Sanlúcar de Barrameda, en ese momento era Germán Mora. Él iba hablando muy animosamente, y recuerdo, que se acerca a mí, y me dice, ¿y tú cómo estás Carmelilla?. Muy bien Germán. Me lo estoy pasando genial. Al entrar en la Catedral, sobre un vasto muro, colgado hay un cuadro de un monje cartujo, ataviado con un a vito de color blanco roto, una vara de bastón en su mano. Las flores que pendían del bastón eran frescas; había azucenas, azahar, jazmines, campanillas…etc y otras que desconozco el nombre. El caso, es que estoy maravillada, mirando el imponente cuadro, las flores, me llaman mucho la atención, me parecen tan bien hechas, tan bien pintadas que quedo fascinada con la obra que hay delante de mí, me acerco, varias veces al cuadro buscando la firma del autor. Avanzo, retrocedo, busco y no encuentro la firma del supuesto autor.

Digo, a mis compañeras:¡Mira que flores!, parecen frescas, es tan también pintadas que parecen estar recién cortadas, o mejor, que han florecido en la vara del monje. Mis compañeras se ríen, todas se rien, una me dice; ¿que flores, Carmen?. Ana, las de la vara del monje, ¿no ves?, como cuelgan, ¿verdad, que parecen frescas?, están bien pintadas, también que parecen que se van a salir del cuadro. Ana se ríe, y se adelanta acercándose a las demás compañeras, sin dar más cuenta.

Sigo alrededor del cuadro, veo, que comentan entre ellas y se van a cercando a la puerta de salida. En ese momento, se acerca, una señora, una viejecita ataviada a la antigua usanza; rodete detrás de la nuca, vestido sencillo de color negro, un delantal a cuadritos, blanco y negro, zapatillas de lana negra, y igual las medias, tiene una rebeca negra. Esta mujer, se acerca y de seguido, me pregunta: ¿Hija, tu as visto el bastón florecido?. Si, si señora, ¿usted lo ve?. ¡Hay hija!, ¿tu eres soltera?. No, no señora. Yo tengo dos hijas preciosa y un marido muy guapo, con unos ojos verdes impresionante. Yo no soy soltera, casada y por la Iglesia. Casada y muy bien casada.

¡Hay hija!. Si hubieras sido soltera hubieras sido la mujer más feliz de la Tierra, Dios quiere que tú este con tú hombre. ¿Que hombre señora?. Si ya, yo con mi marido. No hija, ese, no es tú hombre, y Dios quiere que tú estes junto a tu hombre. Si hubieras sido soltera sería una mujer muy feliz. Pero, hija, tu tienes que romper con este, por que Dios quiere que tu te unas a tu hombre. Y hay, pobre de ti, tu tienes que sufrir mucho, por qué tienes que perder lo todo, y entonces cuando tú ya no puedas más llegará él a consolarte. Tu tienes mucho, y mucho tienes que perder, y por eso mucho vas a sufrír. Pero, ¿de que habla usted?, no la entiendo, pero, las flores la ve verdad, mira, ¿la ve usted?, miro, y en un instante la perdí de vista y la no he vuelto a ver. Y, apareció el tal, y…….Historias sagradas. ¡A que si, a que parece una mentira como una catedral. Pues es una verdad como una Catedral…….Cosas increíbles pero ciertas. Que cosas se les ocurren a Dios……..

 

 

 

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