Muchas vidas y muchos sueños cuento: Está la humanidad descontrolada

Párrafo 7º

Ya completamente vestido, Pedrito y su padre salen a pasear a la calle. En aquel momento se oyó el ruido de un coche que se acercaba. Era al atardecer. Un coche del 061 pasó a toda prisa junto al edificio, dio la vuelta y, haciendo rechinar sus ruedas, se detuvo ante la puerta de un restaurante donde se había asomado Elena. -Esperen, pronto es urgente, ahí sobre la mesa está el hombre, su corazón, creo que es un infarto -dijo Elena- Ángel se había asustado tanto, que corre para preguntar a la gente que se agolpa en la puerta. -¡Cuán angustiada estoy! -dijo ella- ¿Si supieras cuánto sufro! Creí -añadió, cerrando los ojos- que iba a matarme. -Ángel se acercó a Elena, la asió bruscamente y cubrió de besos sus manos y su rostro; luego, como ella murmuraba algunas palabras indistintas y se estremeciera con recuerdos ingratos, Elena alisó dulcemente los cabellos de Pedrito, y, mirando su rostro, comprendió que aquel niño merecía que se luchara por la paz y la libertad. -La tarde era oscurísima, y, durante los primeros minutos, el cura, en la calle, no veía más que gente correr de un lado a otro asustada. El cielo se había oscurecido tanto, que no había en el cielo ni una sola estrella, y parecía que iba a llover de nuevo. <<No es cosa de broma la tormenta>>, le dijo a Elena. Ven vayamos a sentarnos en la cafetería…dime qué ha ocurrido, cuenta que fue lo que le pasó a ese pobre hombre.- La vida presentaba un cuadro hermoso y conmovedor a Julia. Alegría, júbilo, felicitaciones. El ambiente del restaurante estaba lleno de los augurios más sinceros y cordiales. Todos se sentían contentos y felices. Solamente Julián se mostraba disgustado. A mediodía, y en plena calle de la capital, manifestaba su protesta. Se había agarrado con el brazo derecho al poste de una farola y agitando la mano izquierda como si preservara de un enigmático ataque, murmuraba cosas imperdonables sobre el gobierno…Su mujer avergonzada le tiraba de una manga con ánimo de llevarseló. Ella tenía la cara llorosa y triste. -¡Vente, Judas traidor! -refunfuñaba Julián-. ¡Vente, que eres una plaga, sinvergüenza ladrona! ¡Te estoy diciendo que vengas! La pobre mujer le decía: ¡Por amor de Dios, callá esa bocaza!, y firma esos libros miserables, por tu firma. ¡Vamos, cretino! ¡Vamos, pedazo de borracho! -¡Ni hablar! Yo soy una persona ilustrada e ilustre y no estoy dispuesto a inclinarme ante la ignorancia. Ve y firma tú si quieres, pero a mí déjame en paz. No me da la gana de ser un esclavo. -¡Anda, anda! ¡Como no firmes, buena te va a caer encima! Te echaran de la Academia de las Bellas artes, te vas a arruinar, te echarán de tu asiento de la diputación…, so granuja, y se morirán nuestros hijos de hambre. ¡venga, imbécil! – ¡Muy bien lolita, iré. estoy dispuesto a morir en ese auditorio de falsos hipócritas…¿Es por la verdad? ¡Pues ahora mismo te la cuento! -levantó Julián la mano izquierda y se cuadró delante de su mujer y comenzó una retahíla de palabras…

<<Julian recitaba: Enero del 77 se había convertido en un mes negro para una democracia en pañales, objetivo de elementos ultras. Los GRAPOS habían secuestrado al general Villaescusa, presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar. El secuestro de Íñigo Oriol; la muerte del estudiante Arturo Ruiz García, de 19 años, asesinado por un comando de extrema derecha, y la muerte de la estudiante de 20 años Mari Luz Nájera, cuando en su cara impactó un bote de humo en la manifestación por Arturo Ruiz; el asesinato de dos policías nacionales y un guardia civil, en Madrid, llenaron de turbios presagios un comienzo de año en el que empezaba a ser macabra historia el Tribunal de Orden Público, volvía a sus cauces la jurisdicción militar y los comunistas salían de sus trincheras, pese a los inusitados intentos de Fuerza Nueva, de los guerrilleros de Cristo Rey y otros elementos ultras por atravesar la piel de toro.El 10 de marzo, con una primavera que anunciaba el azahar en las calles sevillanas, cuatro jóvenes socialistas se sentaban en una terraza cerca del río Guadalquivir, en el restaurante Luna Parque. Los cuatro tenían fama de peleones, fácil palabra y llevaban años tirándose los trastos a la cabeza. Felipe González y Alfonso Guerra, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por un lado, y, por otro, Alejandro Rojas Marcos y Luis Uruñuela, de PSA. Por unas horas enterraron el hacha de guerra Felipe González y Rojas Marcos, que días antes, en la toma de posesión del presidente mexicano, José Portillo, se habían llamado de todo. Buscaban la unidad socialista, Enrique Tierno Galván:<<O nos unimos los socialistas o nos dan por el culo>>. La propuesta del Partido Socialista de Andalucía es formar un solo partido socialista andaluz, pero González y, sobre todo Guerra, desconfían de Rojas Marcos…Manuel Fraga buscaba en Andalucía pesos pesados para ir en las listas electorales. No quiere franquistas reciclados, aunque luego se les colarían más de uno…Los centristas, sin embargo, lo tenían más fácil. Adolfo Suárez está detrás y movía esperanzas y voluntades. Empezarían a surgir jóvenes políticos con un denominador común: romper con el pasado, pero sin que saltar hecho añicos.

Empezaba abril y los rumores de la legalización próxima del PCE eran cada vez más fuertes. Adolfo Suárez aguardaba el momento oportuno. Juan José Cañas, en Málaga, respondía a la pregunta de un periodista de Sol de España.<<¿Qué vamos a hacer? ¡Ponernos más contentos que la hostia!>>. Fernando Soto, Eduardo Saborido, Tomás García, Ignacio Gallego, Felipe Alcaraz, siguiendo las indicaciones de Santiago Carrillo, transmitieron la consigna de tranquilidad y nada de provocaciones. La Pasionaria ya tenía billete de regreso, lo mismo que Rafael Alberti, marinero en tierra, que en Roma, unos meses antes, había entregado una nota al rey Juan Carlos pidiendo la amnistía. <<Sábado de Gloria. El órdago de Suárez, legalizando el PCE, es uno de los peores tragos de la predemocracia. El Gobierno estaba dividido, hay dimisiones, y el Ejército, expectante. Ruido de sables y los ultras, sin tapujos, llamaron a echarse al monte para rescatar los «valores patrios». Los comunistas andaluces tomaron las calles. En Málaga, los caballeros legionarios que procesionaban el Cristo de la Buena Muerte habían modificado el itinerario para no pasar por delante de una bandera roja con la hoz y el martillo colocada en el Pasillo de Santo Domingo. La calle Larios, el pulmón de Málaga, se había convertido en unas horas en la avenida Nevski de Leningrado, llena de banderas rojas…Es tal la «sopa» de siglas que se mueve en la escena política y tanta la confusión, sobre todo para los servidores del Estado, que un jefe de la Guardia Civil, en Sevilla, desbordado por los acontecimientos, da una orden verbal: <<Y no me traigáis más socialistas a partir de hoy>> y <<a partir de mañana, no quiero ver por aquí ningún comunista>>. Este mando de la Benemérita no distinguía los partidos ya legalizados  de los que aún estaban en la ventanilla del Supremo. Los jueces lo tienen más claro: los detenidos por pegar carteles o expresar sus ideas eran puesto en libertad en horas. (Pegar carteles y defender nuestros derechos fue el pan de cada día de muchos de nosotros en esos años tan divinos y romanticos, no se ofendía a nadie eramos buenos amigos)

ANDALUCÍA POR ¡ROJERÍAS!.  Andalucía se levantó roja el 16 de Junio. Felipe González seguía desde la sede federal de PSOE los resultados andaluces. Ana María Tagle, abogada laboralista, es quien le comunica los resultados:<<Hemos ganado a Suárez>>. A su lado, Manuel del Valle, secretario de información del PSOE no cabe de gozo. Rodríguez de la Borbolla, un hombre que ha sido clave en la estrategia electoral de los socialistas andaluces, no llegaba a creérselo:<<¡Andalucía ya es socialista y en las urnas!>>…Una fecha: será el 4 de diciembre. Ninguno de los convocantes intuía que este día se llenaría de sangre y, al mismo tiempo, fuese el inicio de la larga marcha para alcanzar la autonomía plena por el artículo 151. El disparo sonó secó. Luego, hubo tres o cuatro más. francisco de la Torre diputado malagueño por la UCD, gritó: ¡No disparen, no disparen!. A la altura del Puente Tetuán, un grupo de policías pretenden disolver la manifestación. Francisco Román, diputado socialista, con la cara livida, pide ayuda. A su lado el comunista Manuel Ruiz Benítez dice que hay heridos; que una bala ha alcanzado a alguien. A pocos metros, en la fachada del diario Sur, en la calle Comandante Benítez hay un cuerpo tumbado en la acera. Un charco de sangre en la forma de rosa avanza hasta caer en el asfalto. Llega una ambulancia. Nada se puede hacer. Una bala le ha cegado la vida. Málaga, al conocer la noticia, estalla en una de las  jornadas más tensas y violentas que se recuerdan, y también en Cádiz y en Sanlúcar lo amargo orlaba y olor a muerte y a sepulcro, las calles se iban tiñendo de sangre. Las zapatillas y alpargatas sembraban y las lágrimas regaban las calles …Valió la pena luchar y trabajar para construir está Nueva España Constitucional Democrática…y Parlamentaria.

¡No hay mayor bendición en el mundo que la libertad! -dijo Julian estás palabras y cayó fulminado, dice Elena- ¡Qué absurdo resulta cuando se piensa en ello! No concedemos valor ninguno a nuestra propia opinión aun cuando sea buena, y en cambio temblamos ante la opinión de cualquier persona estúpida. Hasta el último momento estuve con el temor del que dirán; pero tan pronto como seguí mi propio instinto y me decidí a obrar por mi propia voluntad, abrí los ojos, deseché mis tontos temores y ahora soy feliz por completo y quiero que todos lo sean . -En seguida tomaron otro giro sus pensamientos y empezó a hablar de:- El azote de VIH-sida, la peste de los pobres, que diezman los países más frágiles. La absurda e inmensa geografía del hambre. Las nuevas formas de esclavitud, que afectan sobre todo a las mujeres y niños, como sarcasmo a la hora del naufragio. Los fanáticos que azuzan las guerras y extienden el clima de miedo. El calentamiento global del planeta, que incrementa  la llamada cultura del desastre, con el anunciado deshielo en el Ártico. El esquilme de los recursos en los mares y las grandes florestas. Las aglomeraciones de población en infraurbes, sin servicios ni ley..La entrada del siglo XXI, pese a las expectativas de la revolución tecnológicas y de los descubrimientos biomédicos, con su cariz de tiempo mágico, no ha sido precisamente muy amable para una gran parte de la humanidad. <<¡Están locos! Saben que van a morir y son optimistas>>, gritaba por la calle un viejo poeta admirado, Antón Tovar. Militaba en el pesimismo de la inteligencia. Así las cosas, el optimismo sólo podía ser un malentendido con la vida. Como en la paradoja de Samuel Beckett, quizá había llegado el verdadero comienzo:<<el callejón sin salida>>. Allí <<hay que decir palabras mientras las haya><. En esos callejones sin salida es donde los grafiteros practican su artinvención(el arte comprometido de la era virtual). Mi última anotación de graffiti anónimo en un callejón sin salida:<<¡¿Hay vida antes de la muerte?!>> -exclama el ex cura don Ángel- El catálogo contemporáneo de horrores puede ser interminable y, sobre todo, paralizante. Hay un síndrome del que se habla poco y que asola los países ricos y las sociedades avanzadas. El síndrome de Burn-Out. Equivale a lo que popurlarmente llamamos en España quemarse. Estar quemado. El Burn-Out es conocido como el infarto del alma. Un sentimiento de vacío interior. Hay un síntoma que lo dice todo: En principio, este síndrome afecta más a ejecutivos y profesionales con especial responsabilidad. Gente que, por utilizar una expresión de Zygmunt Bauman, tiene que correr sobre hielo delgado.- Si algo determina nuestro tiempo, es eso, la velocidad. No es nada que las competiciones de fórmula I vayan desplazando en el interés del público joven a los deportes más pedestres. Termina Elena…-

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